El Herpes zoster es causado por la reactivación del virus de la varicela-zoster latente que reside en un ganglio de la raíz dorsal, o del trigémino. Se puede desarrollar en cualquier momento después de una infección primaria o después de recibir la vacuna contra la varicela viva atenuada. La enfermedad se manifiesta como erupciones cutáneas dolorosas de uno, dos o más dermatomas contiguos; son invariablemente unilaterales y no cruzan la línea media. En los niños pequeños el herpes zoster tiene predilección por las zonas suministrados por los dermatomas cervicales y sacros, aunque puede afectar a cualquier nervio periférico. Las complicaciones más frecuentes son infecciones bacterianas secundarias, despigmentación, y la cicatrización. El aciclovir es el tratamiento de elección para la infección aguda del herpes zoster. La incidencia de herpes zoster pediátrico aumenta con la edad; de 20 casos por 100.000 personas-año en los menores de cinco años de edad a 63 casos por 100.000 personas-año en los 15 a 19 años. La incidencia de zoster en la infancia en pacientes con leucemia linfocítica aguda es mayor que en los niños sin una neoplasia subyacente. La varicela en el primer año de vida es un factor de riesgo para zoster pediátrico, con un riesgo relativo entre 2,8 y 20,9. Ni la varicela en el segundo año de vida, ni vacunaciones recientes son factores de riesgo de zoster infantil.
En esta galería: Un niño de 6 años de edad, bien nutrido, inmunocompetente que desarrolló un cuadro clínico típico de herpes zoster localizado en los dermatomas T3-T5 izquierdos. Se trató con aciclovir y tuvo una evolución satisfactoria.